27 de junio de 2011

Procesos judiciales en contra de militantes BDS: en el caso de Olivia Zémor, la fiscal rehusó pedir condena.


Negándose a ceder a las presiones gubernamentales, la fiscal de la sala correccional N° 17 del tribunal de París se remitió a la sabiduría de los jueces, en el proceso en el cual Olivia Zémor, presidenta de CAPJPO-EuroPalestine, era juzgada por haber puesto en internet la vídeo de una acción de boicot de Israel (BDS) realizada en Evry ( barrio de las afueras de París) en julio de 2009 (ver vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=dWFlRDfcxYQ ). El veredicto será pronunciado el 8 de julio próximo.

Como lo sabemos la acusación del fiscal, representante de la acusación en la sala, es un momento clave en todo proceso penal. En la gran mayoría de los casos, el fiscal, que interviene hacia el final de la audiencia, se apoya en efecto en el dossier de la acusación, y pide a los jueces que pronuncien una pena más o menos dura.

Pero los procesos en contra de los militantes de la campaña de Boicot Israel (en Perpiñán, Pontoise, Mulhouse, Bobigny, etc.) existen en Francia solamente por la voluntad del lobby israelí y su odioso chantaje al antisemitismo, mientras que los llamados a boicotear China, México, Canadá o Birmania son propuestos sin ninguna dificultad a la opinión pública y a los consumidores,

Es entonces para complacer a este lobby (cuatro organizaciones cuyos abogados estaban presentes el viernes en el banco de la acusación), que el poder político francés, a través de su ex ministra Michéle Alliot-Marie (despedida del gobierno hace algunos meses a causa de sus lazos dudosos con el régimen del dictador tunecino Ben Ali) entabla acusaciones en contra de los militantes BDS desde el año 2010.

Sin embargo la magistratura felizmente no está compuesta sólo de auxiliares serviles a la voluntad gubernamental, y pudimos comprobar el viernes que en este país aún hay espíritus independientes, incluso dentro de lo que se llama la “magistratura de pie” (los representantes de la acusación en oposición a los jueces propiamente dichos, que forman la “magistratura sentada”). En otras palabras, gente que piensa que todo acusado tiene derecho a un proceso justo, y que quieren forjarse una opinión por ellos mismos, después de haber visto la evidencia y haber escuchado los debates.

La corta declaración de la fiscal, que tomó el tiempo de evocar las presiones sufridas –entre ellas amenazas, apenas veladas, proferidas a la audiencia por el lobista israelí Goldnadel- fue un momento fuerte de una audiencia por otra parte apasionante de principio a fin.

Sin esconder su interés por lo que prometía ser el primer debate de fondo sobre la campaña de boicot contra Israel delante de una corte de justicia, consciente también de la movilización suscitada por la escandalosa acusación en contra de Olivia, el presidente del tribunal y sus dos asesores se habían preparado a una larga sesión. De hecho, habiendo comenzado a las 15:30, la sesión se levantó sólo a la 1 de la madrugada, ¡cuando el último metro ya había pasado!

Y no estuvimos defraudados, en todo caso los 150 de entre nosotros que habíamos logrado encontrar un sitio en la sala, mientras decenas de otros simpatizantes de la causa del pueblo palestino se vieron obligados a esperar, delante de la puerta, a que un espacio pequeño se liberara para poder entrar a su turno.

De acuerdo a nuestra contabilización, cerca de 300 personas se movilizaron el viernes en defensa de Olivia, una gran parte de ellas desde el primero hasta el último minuto. Jóvenes o menos jóvenes, parisinos, provincianos y belgas madrugadores, estos hombres y mujeres suscitaron el respeto de la corte por su calma, su determinación, sobre todo su gran atención, a pesar de la duración y del calor estival. Les agradecemos de todo corazón.

Felicitaciones y agradecimientos a los 9 testigos de la defensa, que vinieron a veces de lejos, y fueron privados de una gran parte de los debates públicos, ya que, reglamento obliga, los testigos son “encerrados” en una sala anexa mientras no hayan sido ellos mismos llamados a testimoniar a la barra.

Gracias en primer término a Hajo Meyer, sobreviviente judío de Auschwitz de 86 años, que viajó de Amsterdam, Holanda. Después de haber denunciado la odiosa amalgama practicada por los dirigentes israelíes entre anti-sionismo y anti-semitismo, testigo del advenimiento del régimen hitleriano en su Alemania natal, Hajo se dedicó a argumentar su apoyo al boicot de Israel, principalmente el boicot de sus instituciones universitarias. La Universidad israelí, expuso, tiene una gran responsabilidad en la fabricación del veneno racista que infesta la sociedad israelí, y los útiles de represión “científica” en manos del ejército. Su complicidad es aún mayor cuando se sabe que nunca ha levantado un dedo para oponerse a la política de ocupación del ejército que impide que los palestinos ejerzan su derecho fundamental a la educación.

Gracias también a Liliana Córdova, fundadora de la IJAN (Red Internacional de Judíos Anti- sionistas). Franco-argentina, Liliana vivió 14 años en Israel, que terminó por abandonar, asqueada por el racismo y la segregación ambientes. Su asociación, IJAN, era parte activa de la acción de la acción de Evry, que Liliana reivindicó orgullosamente en la barra.

Gracias también a Omar Soumi. Este joven universitario franco-palestino era en 2009 presidente de Generation Palestine, una de las asociaciones firmantes de la vídeo de Evry, puesta en línea también sobre el sitio de esta asociación. El presidente del tribunal se mostró particularmente atento cuando Omar, con calma, contó cómo el ejército israelí le prohibió ir a visitar a su propia familia palestina, en el puesto “fronterizo” que separa Jordania de Cisjordania ocupada.

Gracias a Eric Hazan, de Ediciones La Fabrique, que se asombró de no estar el mismo en el banco de los acusados, cuando publicó un libro entero dedicado al boicot de Israel, “El BDS”; del militante palestino Omar Barghouti. Eric Hazan conoce bien a los acusadores, porque fueron ellos mismos quienes habían tratado de obtener, hace algunos años, la condenación de otra obra crítica de la política israelí editada también por La Fabrique, el apasionante libro “La Industria del Holocausto” del americano Norman Finkelstein. Es verdad que Eric Hazan ganó el proceso fácilmente y que Goldnadel no tiene realmente ganas de repetir la experiencia.

La senadora Alima Boumédiene-Thiery, otro blanco privilegiado del lobby sionista y del gobierno Sarkozy (una primera acusación fue declarada nula por el tribunal de Pontoise, pero ¡Alima ha sido convocada de nuevo por la policía judicial!) dio cuenta de la emoción provocada por estos atentados a la libertad de expresión incluso en los medios parlamentarios. Informó al tribunal de la petición firmada en su favor por centenares de diputados y senadores, incluyendo a muchos del gobierno. También recordó que en su calidad de diputada del parlamento europeo, fue la iniciadora de la resolución adoptada el 10 de abril de 2002, que exigía la suspensión de los privilegios acordados por la Unión europea a Israel, resolución que los gobiernos –entre ellos el gobierno francés, demás está decir- han rehusado antidemocráticamente de poner en práctica. Cuando los gobiernos se niegan a aplicar el derecho, ¿de qué otro medio, aparte del boicot disponen los ciudadanos?, preguntó ella al tribunal.

Alain Krivine, antiguo diputado europeo, y miembro fundador de la LCR (Liga Comunista Revolucionaria) y del NPA a partir de ahora (Nuevo Partido Anticapitalista), reivindicó su parte de responsabilidad en la acción del hipermercado en Evry, cuya vídeo fue puesta en línea en el sitio de su partido. En un tono un tanto provocador, hizo notar al tribunal que el NPA, en la profesiones de fe de sus candidatos a las elecciones europeas de 2009, se había pronunciado claramente por el boicot a Israel, mientras ese estado no respetara los derechos elementales del pueblo palestino. Pequeña precisión: tales documentos son por ley visados con antelación por los servicios del Ministerio del Interior, que tiene la facultad de censurar textos que contengan menciones ilegales, que inciten a la discriminación racial por tomar un ejemplo “al azar”. Nada de ello ocurrió y las rotativas del NPA imprimieron tranquilamente la bagatela de 90 millones de estas profesiones de fe, transmitidas enseguida a los electores a expensas de las arcas del estado, ¡como lo prevé la ley!

Ghislain Poissonnier, magistrado profesional actualmente con permiso prolongado, agregado durante un tiempo al CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) en Cisjordania ocupada, expuso sintéticamente el contenido de una nota sobre la legalidad del boicot, que publicó recientemente en una colección de artículos en Dalloz, la “Biblia” francesa en materia de doctrina jurídica. Insistió además en las obligaciones que por ley tiene el estado francés de aplicar sanciones contra las personas o estados que violen el derecho internacional, que es el caso de Israel respecto a una serie de textos, comenzando por la Convención de Ginebra.

El profesor de derecho Géraud de la Pradelle, penúltimo de los 9 testigos citados por la defensa, explicó el contenido y el alcance de las Convenciones de Ginebra, como también el del veredicto pronunciado por la Corte Internacional de Justicia que, el 9 de julio de 2004 en La Haya (Holanda), condenó por unanimidad (menos la voz representante de Israel) la construcción del muro de anexión en Cisjordania. “Una gran mayoría en la comunidad de juristas internacionales no comprende por qué Israel, a pesar de las numerosas resoluciones que condenan sus acciones, escapa a toda sanción”, resumió.

Por último, Monseñor Jacques Gaillot, de 75 años (“nací en 1935, un 11 de septiembre, si quiere saberlo todo”) reafirmó su apoyo a la campaña de boicot, y más globalmente su propio combate para que el pueblo palestino obtenga justicia y libertad.

Que el autor de estas líneas sea excusado, a pesar de haber tomado muchas notas, si tiene dificultades en restituir de manera coherente las ideas de los 4 abogados de asociaciones sionistas (Charles Bakkouche, por su cliente el indescriptible Sammy Ghozlan del BNVCA (Oficina Nacional de Vigilancia Contra el Antisemitismo); Gilles-William Goldnadel, por su cliente la asociación Francia-Israel ¡de la cual él mismo es presidente!; Aude Weill-Raynal, del gabinete Goldnadel, por su cliente la asociación Abogados sin Fronteras presidida por un cierto… ¡Goldnadel!; y Stéphane Markowicz, por la Cámara de Comercio Francia-Israel).

La dificultad estriba en que el terreno de actividad privilegiado por las oficinas sionistas no es el debate público sino las presiones, en el marco de entrevistas privadas, sobre los responsables políticos e incluso judiciales. Entonces cuando llegan al tribunal, convencidos de que “el partido está ganado” porque tienen a la clase política de su lado, tienden a creer que la ostentación de su arrogancia será suficiente, ya que la audiencia según ellos es una simple formalidad. De esto resulta una serie de declaraciones, unas veces injuriosas, otras aberrantes (un pensamiento especial por Markowicz, que trató de provocar la duda sobre la realidad del calvario vivido por Hajo Meyer bajo el nazismo; Markowicz ya había intentado lo mismo en Burdeos frente a nuestro amigo Maurice Rajsfus, otro escapado del genocidio). Hay que retener de parte de la acusación su glotonería, o dicho en forma más seria, su voluntad de hacer “pagar” a CAPJPO-EuroPalestine: cada una de estas asociaciones pide entre 10.000 y 15.000 euros en daños e intereses, además de 3.000 a 4.000 euros por abogado en “gastos jurídicos” (es decir, ¡más de 50.000 euros en total!).

Hay que hacer notar por fin en el capítulo de la acusación ese momento grotesco en el que Goldnadel, consciente de la flaqueza de su propio talento de orador, se lanzó a la lectura de las elucubraciones de un tal Taguieff, seudo-investigador, papa autoproclamado de la “nueva judeofobia”, la de los “islamo-izquierdistas” se comprende.

Los alegatos de los tres abogados de la defensa fueron de otro nivel, ya que desmontaron punto por punto las mentiras de la parte adversa y también mostraron el rol poco halagador del estado francés en este asunto.

El abogado Henri Choukroun demostró sobre todo el carácter completamente racista y segregacionista del estado de Israel, que por su parte no tiene ningún escrúpulo en llamar al boicot de naciones y de empresas en cuanto éstas rehúsan adherir a su política. También subrayó las cartas de nobleza del boicot en la historia.

La abogada Dominique Cochain envió magistralmente a las cuerdas a los abogados de la acusación demostrando sus lazos con la extrema derecha y personalidades fascistas. Explicó a todos aquellos que pretenden asombrarse de la empatía de la que goza el pueblo palestino, que si bien es cierto que muchos otros pueblos son víctimas de injusticias y tienen más muertos y heridos, sólo el pueblo palestino sufre la extraordinaria negación del estatus de víctima, ya que conviene presentarlo comúnmente como el responsable de todos los males y de todos los crímenes de guerra que sufre.

El abogado Antoine Comte, en un alegato que quedará sin duda en los anales, dio un curso de derecho a la acusación que se apoya en el método Coué (*) para afirmar que el boicot es ilegal en Francia, mezclando manzanas y peras, productos y personas, derecho de prensa y derecho económico… Mentira, dijo. El boicot por razones políticas y morales no es ilegal. Y Francia se convierte en el hazmerreír de toda Europa al exigir la condenación de hombres y mujeres que llaman a boicotear Israel, y únicamente Israel. De la misma forma que la cancillería se ridiculiza entablando procesos únicamente contra Olivia Zémor, cuando una docena de organizaciones participaron en la acción incriminada, la reivindicaron, y la publicaron en numerosos sitios.

Previamente el abogado se había indignado por la citación a comparecer por esta misma cancillería, la cual acusaba a la presidenta de CAPJPO-EuroPalestine de discriminación hacia personas, mientras que el ministerio público se permitía una expresión racial en el texto de la acusación, apuntando sobre todo a “una mujer de tipo norafricano” por sus declaraciones en la vídeo de Evry.

Por último la acusada misma, en absoluto impresionada por las calumnias y el terrorismo de los Goldnadel y los Markowicz, contribuyó a cambiar la situación haciendo de este proceso, no el proceso del boicot de Israel, sino más bien el del estado de Israel y el del estado francés por su colaboración con criminales de guerra.

CAPJPO-EuroPalestine. 20/06/2011.

Traducción: Annie y Pedro Osses

(*) Método Coué: método de curación por autosugestión inventado por Emile Coué (1857-1926), farmacéutico francés.

Fuente: www.boicot-desinvercion-sanciones.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario