-Reproducimos íntegramente-"Los abajo firmantes, ciudadanos vascos, catalanes y gallegos, que defendemos el derecho de autodeterminación de nuestros respectivos pueblos, queremos, mediante este escrito, mostrar nuestra oposición a la campaña que, bajo el nombre BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones), promueve acciones de todo tipo contra productos, actos o profesionales de procedencia israelí en ámbitos económicos, académicos culturales o deportivos.
Consideramos que esta campaña, que pretende ser un instrumento de presión sobre el gobierno israelí para que cambie su política respecto a los territorios palestinos, no favorece en modo tal fin, al contrario, creemos que es utilizada para cometer actos discriminatorios contra ciudadanos israelíes que reavivan el odio contra los judíos en general.
Creemos que la creación de un Estado palestino viable (previsto en la resolución de las Naciones Unidas de 1947 dividiendo la Palestina británica en dos estados uno judío y otro árabe) puede ser la solución al conflicto si comporta el reconocimiento de Israel por parte de los estados árabes, pero por eso consideramos que el diálogo y la negociación son los instrumentos que tenemos que promover entre las partes implicadas.
Nos parecen legítimas las críticas a las autoridades de Israel, pero no la invocación de su destrucción como "solución final" al conflicto, y aún menos cuando se obvia que Israel es un estado democrático, dando así curso a la infame equiparación con el "régimen de apartheid "de la antigua Sudáfrica. Israel, a pesar de los defectos que se le puedan reprochar, ha sido una referencia para los pueblos que aspiran a su soberanía, especialmente así ha sido en el caso catalán. El hecho de que Pau Casals, el catalán más universal, sea a la vez ciudadano de honor de Israel así lo prueba. O también el reciente libro sobre Jordi Pujol y los judíos. Por eso criticamos que, en nombre de la libertad, nuestros respectivos pueblos se solidaricen en exclusiva con la causa palestina y nieguen a Israel el derecho a una existencia en paz como hogar nacional del pueblo judío.
Asimismo, nos parece una irresponsabilidad que bajo el argumento de la solidaridad intente importar en nuestras sociedades un conflicto externo y que se interiorice la estigmatización de los ciudadanos israelíes y judíos en general que conviven en nuestras sociedades. Las acciones de boicot a la cultura ya la economía israelíes y la discriminación contra personas de este origen nacional son conductas racistas y delictivas que se toleran impunemente en nuestras sociedades.
Como ciudadanos que aspiramos a la soberanía de nuestras respectivas naciones no podemos admitir el racismo antijudío que se oculta en estas campañas de boicot, y ni mucho menos que contamine el futuro modelo de sociedad que queremos para nuestros pueblos, en los que todas las personas deben poder vivir en libertad sea cual sea su procedencia nacional.
Firman este artículo:
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