1 de agosto de 2014

FIN A LA COMPLICIDAD CON EL APARTHEID ISRAELÍ

La situación actual en Gaza, el bloqueo que la mantiene como un campo de concentración, los bombardeos indiscriminados contra población civil e infraestructura básica y las muertes, nos muestran que hoy, más que nunca, se hace urgente un boicot contra el régimen de apartheid israelí y contra aquellas instituciones que hoy, expresamente, han apoyado y justificado los crímenes de Israel y la limpieza étnica de Palestina.
Un año después de que la Corte Internacional de Justicia dispusiera que “el muro que está· elevando Israel, la Potencia ocupante, en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén oriental y sus alrededores, y su régimen conexo, son contrarios al derecho internacional” (1), en el 2005, gran parte de la sociedad civil palestina convocó a un movimiento de boicot, desinversión y de sanciones contra Israel (“BDS”).
El llamado de la sociedad civil palestina se dirigió a la conciencia de todas las personas alrededor del mundo para aplicar a Israel medidas similares a las empleadas para abatir el apartheid sudafricano. El emplazamiento de BDS es a lograr en Palestina el fin de la ocupación, de la colonización de territorios, del régimen de segregación racial y de la denegación de los derechos de los refugiados perpetrados por Israel. La situación actual en Gaza, los bombardeos indiscriminados, las muertes de niños nos muestran que hoy, más que nunca, se hace urgente este llamado y una pronta reacción a los crímenes cometidos por Israel.
Desde su gestación en el 2005, el movimiento BDS ha crecido alcanzando importantes avances en su cometido. Por ejemplo, compañías europeas como Deutsche Bahn han desistido su participación o han desinvertido en proyectos y en compañías que contribuyen a la ocupación de Palestina. Por su parte, las compañías que han persistido con inversiones implicadas en el incumplimiento de Israel al derecho internacional, han experimentado importantes pérdidas, como es el caso de la compañía francesa Veolia.
En el ámbito cultural y académico BDS también ha logrado una amplia adhesión. En efecto, los principios BDS son compartidos y apoyados por reconocidos académicos y artistas (entre otros, Judith Butler, Roger Waters, Stephen Hawkins, The Klaxons, Elvis Costello, Alice Walker, John Beger, Ken Loach, Naomi Klein, y Sarah Schulman)(2).
En particular, el boicot académico nace como respuesta al apoyo institucional unánime de las universidades israelíes a las políticas de ocupación y apartheid contra la población palestina, que, entre otras cosas, se materializa en una estrecha cooperación con el ejército israelí y en políticas discriminatorias contra los estudiantes palestinos. Declaraciones recientes de la Universidad de Tel Aviv evidencian la complicidad de las universidades israelíes en los crímenes perpetrados en Palestina y en los actuales bombardeos en Gaza, al dar su apoyo a las fuerzas de seguridad de Israel.(3)
Por eso, dentro del ámbito universitario, la Universidad de Johannesburgo en Sudáfrica, luego de una campa BDS apoyada por más de 250 de sus académicos, declaró en 2009 “no continuar una relación de muchos años con la Universidad Ben-Gurion en Israel en su forma actual" mientras persista el apartheid en Palestina. Asimismo, BDS ha encontrado un fuerte apoyo en académicos de universidades inglesas (como académicos de la Universidad de Bradford)(4) y norteamericanas.
Actualmente, BDS es un verdadero movimiento internacional que ha logrado también apoyo en Latinoamérica. Particularmente, en Chile BDS ha reaccionado a la llegada de inversiones y espectáculos israelíes que persiguen, a través de su presencia en nuestro país, normalizar las relaciones con un régimen segregacionista.
En el ámbito universitario, la mejor medida de presión a nuestro alcance es la misma que viene siendo utilizada por universitarios de todo el mundo comprometidos con una solución justa para los pueblos de la región: el boicot académico. En consecuencia, pedimos la suspensión de las relaciones entre nuestras instituciones universitarias y las israelíes hasta que el Estado de Israel respete el derecho internacional y las resoluciones de Naciones Unidas, al tiempo que nos declaramos solidarios con todas aquellas personas -universitarias o no- que en Israel luchan valientemente en defensa de los derechos humanos, sociales y políticos del pueblo palestino.

NOTAS
(1) Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre las consecuencias jurídicas de la construcción de un muro en el territorio palestino ocupado (13 de julio de 2004). En línea: http://www.icj-cij.org/homepage/sp/advisory/advisory_2004-07-09.pdf
(2) Carta suscrita por diferentes académicos, filósofos y artistas que apoyan un boicot contra Israel. En línea: http://www.theguardian.com/world/2014/jul/18/arms-trade-israel-attack-gaza.
(3) “Tel Aviv University embraces and supports all the security forces who are working to restore quiet and security to Israel, including its students and employees called up to reserve duty”. En línea: http://www.tau.ac.il/news/tzuk-eitan

(4) Andy Beckett y Ewen MacAskill. British academic boycott of Israel gathers pace, The Guardian, 16 de septiembre de 2006.



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