Don Arturo Hughes, Gerente General de la Fundación Teatro Municipal de Las Condes.
Estimado señor, junto con saludarlo, nos presentamos. Somos un grupo de ciudadanos y ciudadanas chilenos, muchos de nosotros vecinos de la comuna de Las Condes, que adherimos a la Campaña Palestina por el Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a Israel. Esta campaña surgió en Palestina en el año 2005, inspirada en el boicot efectuado por la sociedad civil internacional que otrora lograra derribar al Apartheid sudafricano. Ante el fracaso de la Organización de Naciones Unidas y de la diplomacia, surge este llamado que pretende ejercer presión y exhortar al Estado de Israel a respetar el orden humanitario internacional. Verá, solo por darle un ejemplo, Israel asesinó a cerca de dos mil personas durante los recién transcurridos meses de julio y agosto; y nada hace prever que alguno de los responsables de estos crímenes de lesa humanidad (que a todas luces constituyen una violación del IV Convenio de Ginebra) vayan a responsabilizarse por ellos, siguiendo con la tradición de impunidad a la cual Israel nos tiene acostumbrados.
Esta campaña hace hincapié en la necesidad de boicotear la estrategia israelí de utilizar la cultura y los espectáculos como medios para invisibilizar la limpieza étnica del pueblo palestino y normalizar una situación aberrante desde los puntos de vista jurídicos y humanos. El gobierno israelí destina grandes sumas de dinero para enviar por todo el mundo a sus representantes culturales. El objetivo es consolidar una imagen de “país normal”, de democracia de corte occidental, obviando el cruel sometimiento del pueblo palestino. Por esto es que nos enteramos con profunda preocupación de las cuatro presentaciones que el conjunto israelí Mayúmana efectuará, en el distinguido teatro que usted dirige, durante el mes de octubre próximo.
Solicitamos que estas presentaciones sean canceladas por los argumentos que pasamos a exponer:
- Porque Mayúmana forma parte de la cortina de humo que oculta los crímenes del Estado sionista de Israel y que le permite aparecer ante el resto del mundo occidental como un país “normal”, joven, dinámico, democrático, divertido, amable, multicultural, mientras continúa pisoteando la legalidad internacional y los derechos de la población palestina. Aunque Mayúmana se define como grupo independiente y no se consideran embajadores de Israel, en la práctica se han convertido en un instrumento de la propaganda israelí, que presenta a Tel Aviv-Jaffa y a Mayúmana como símbolos del cosmopolitismo y la diversidad de Israel.
- Por contribuir a borrar las huellas de Palestina. Como afirma Victoria Buch, activista israelí contra la ocupación, la existencia de Israel se basa en una continua limpieza étnica de la población palestina, acompañada de la judeización del territorio. Para completar su limpieza étnica, necesita que el mundo olvide que una vez existió Palestina. Con ese objetivo, destruye el patrimonio cultural palestino, impide su desarrollo actual y potencia la creación y difusión de una nueva cultura israelí que incluya y reconozca elementos de cualquier parte del mundo, excepto de Palestina.
Jaffa –ciudad en la que se encuentra la sede de Mayúmana–, era una ciudad palestina que fue atacada por los paramilitares sionistas en 1948. Como consecuencia de ello, la mayoría de sus 70.000 habitantes huyó aterrorizada. Terminada la invasión, el Estado de Israel se dedicó a borrar las huellas palestinas, al igual que haría en otros tantos lugares, potenciando el establecimiento de colonias de artistas israelíes en las ciudades árabes desalojadas que disfrutan de todos los derechos que se niegan a la población palestina sin preguntarse sobre qué ruinas ni a expensas de qué han logrado esos privilegios. El gobierno israelí vende al exterior una postal idílica de sus creadores, trabajando en entornos bucólicos que han sido restaurados primorosamente, en un intento deliberado de dar una imagen de normalidad y de asimilación a la cultura occidental a la que tanto se jactan de pertenecer los israelíes. En la propia Ciudad Vieja de Jaffa viven aún 15.000 palestinos sometidos a un estado crónico de pobreza. - Por vivir en una burbuja que les impide ver la limpieza étnica y el apartheid que sufre la población palestina. La estrategia sionista se apoya en la anuencia de grupos como Mayúmana, que, salvo posicionamientos individuales, como grupo mantiene un mutismo obstinado y nada inocente sobre la política criminal que lleva a cabo el Estado de Israel, centrándose únicamente en sus espectáculos, como si fuera posible callar en un lugar donde las violaciones de los derechos humanos, asesinatos y torturas incluidos, son continuas y masivas. Mayúmana, como tantos otros, recurre así al argumento falaz de que no se debe mezclar arte y política, como si la vida se pudiera dividir en compartimentos estancos. ¿Es posible que ignoren lo que su país está haciendo? ¿Es posible callar en un lugar donde las violaciones de los derechos humanos, asesinatos y torturas incluidos, son continuas y masivas, y además en tu nombre y por tu seguridad? ¿Se le puede llamar a esto política? ¿Puede ser el arte algo puro? ¿Es posible actuar como si no pasara nada?
Formamos parte de la comunidad internacional y no queremos ser neutrales, nos negamos a ser cómplices. Por ello, en apoyo a la campaña BDS lanzada por la población palestina, pedimos el boicot a Mayúmana y al resto de productos culturales israelíes que contribuyen con la normalización y el ocultamiento de este régimen de apartheid.
Así, demandamos a usted cancelar las presentaciones de Mayúmana, como respuesta al Apartheid y a la colonización israelíes,
Campaña BDS-Chile
boicotchile@gmail.com
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